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Bodas de Oro de

Hna. María Raquel Silva, ss.cc.

Todas sabemos que nuestra Hna. María Raquel Silva, está con permiso de exclaustración por 3 años, por motivos de salud.  Por la realidad de su familia, no pudo integrarse a alguna de las comunidades donde sus hermanas de profesión celebrarían los 50 años de Vida Religiosa.

 

Su familia nos comunicó que tendrían la celebración en la ciudad de Riobamba, de donde es oriunda María Raquel; nos enviaron la invitación para que vayamos todas las hermanas que podíamos.

El día sábado 11 de agosto del presente año, salimos diez hermanas rumbo a Riobamba, partimos a las 10 de la mañana, sabiendo que la Eucaristía se celebraría a las 5 de la tarde; durante el viaje dimos gracias a Dios por esta oportunidad que nos daba de acompañar a nuestra hermana; en el camino tuvimos nuestro almuerzo y dimos alguna vuelta por la ciudad, porque no la conocíamos, al fin llegamos a la Catedral donde se realizaría la celebración de acción de gracias. Tuvimos un tiempo para orar y prepararnos para el acontecimiento.  Poco a poco fue llegando su familia.

La cercanía del celebrante y la preparación que habían realizado la familia hizo de este momento un encuentro fraterno, emotivo y de mucha profundidad.  El sacerdote recalcó el sentido de la consagración a un Dios misericordioso siempre presente en nuestras vidas.

Después de la comunión, leímos la “Bendición Papal”, la carta de nuestra Superiora General y la de nuestra Coordinadora Territorial, que también nos acompañaba.  También el hermano mayor de María Raquel, dio gracias por la vida de su hermana y por la Congregación, lo mismo hizo María Raquel. Terminamos la acción de gracias con el canto “Gratias Infinitas”.

Terminada la Eucaristía, entregamos a María Raquel nuestros regalos y los de las diferentes comunidades de los cuales habíamos sido portadoras.

Al terminar la celebración nos invitaron a un café, al cual no pudimos asistir, porque la hora ya era avanzada y necesitábamos 4 horas para regresar.

En el camino de regreso aprovechamos, nuevamente, para dar gracias a Dios por el regalo que nos había dado, agradecimos por María Raquel y su familia y por el derroche de generosidad para arreglar la Iglesia, buscar quien anime la misa con cantos, ofrendas, oraciones.

 

¡FELICIDADES MARIA RAQUEL!