BODAS DE PLATINO
HNA. MARIA GERTRUDIS ALDAS
El sábado 17 de mayo del 2014, fue un día muy especial para la Comunidad SS.CC. de Guayaquil. Desde la mañana se veían los preparativos, arreglos de flores, arreglo de mesas…, la casa mostraba un ambiente festivo. Nuestra Jubilar María Gertrudis Aldás, con su sonrisa nos animaba a todas a dar gracias al Señor por su vida fructífera.
Hubieron varios momentos de mucha alegría, sobre todo cuando ella con su voz sonora y con su actitud picaresca nos cantaba: “Soy del Carchi tierra linda”, mostrándonos su dinamia, su gozo…, aunque en realidad, no sabía lo que estábamos celebrando.
Una a una fueron llegando las Hermanas de la mayor parte de las Comunidades, por lo menos había una por comunidad y en algunos casos dos, también estaba la Superiora Provincial y su Consejo que hicieron coincidir su reunión mensual con este festejo.
Llegó el momento del almuerzo, todo estaba preparado para recibirla, aplaudirla y echar algunos vivas, que ella contestaba ajena a lo que se celebraba.
A las 3 de la tarde nos dimos cita en la Capilla del Colegio para la Eucaristía de acción de gracias que la celebró nuestro Hno. Eladio Romero, ss.cc. quien resaltó el trabajo incansable de nuestra Hna. María Gertrudis.
Como anécdota, les compartimos su sentido de libertad y de seguridad en lo que quiere y no quiere: cuando llegó el momento de la renovación de votos, Lorgia se le acercó y le dijo: María Gertrudis es hora de renovar los votos, y ella le contestó, ¡por qué! yo ya renové en la mañana y no lo voy a hacer ahora! Entonces todas renovamos los votos y ella con nosotras.
La misa estuvo animada por la comunidad con la colaboración de todas las personas que asistimos al acto. Después de la Eucaristía nos reunimos en la sala de la comunidad, para hacer el brindis y compartir con los presentes el pastel, y por supuesto, que cuando le tocó soplar las velas lo hizo con mucho entusiasmo y de un solo soplo las apagó. Llegaron los mariachis que habían sido contratados por un grupo de ex alumnas que mucho la quieren y la visitan con frecuencia. Terminó la jornada, cansada.
Al día siguiente cuando le preguntábamos cómo estuvo la fiesta, ella decía ¿cuál fiesta? a mí no me han hecho fiesta, ni tampoco he hecho bodas, solo he hecho las bodas de plata.
Esta ha sido una ocasión más para agradecer al Señor por su bondad, porque hemos visto en María Gertrudis esa hermana cariñosa, alegre, entusiasta, positiva, que vive el día alegrando a los demás y da todo de sí, es una lamparita al pie del Sagrario donde pasa la mayor parte de su día.
Que los Sagrados Corazones de Jesús y de María, a través de la oración de María Gertrudis, siga bendiciendo a todas y cada una de las Hermanas de la Provincia y la Congregación.
Cdad. de Guayaquil