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HORA SANTA 4

LA EUCARISTÍA BROTA DEL CORAZÓN TRASPASADO DE JESÚS

 Monición de entrada: El amor de Dios es simplemente Amor, Dios nos creó porque nos ama, porque quiso, porque quería alguien con quien dialogar. A partir del primer pecado, este amor creador, se vuelve amor salvador, sanador, curador; es Dios quien desciende para salvar al hombre; lo hace desde un pueblo que Él mismo elige y luego se encarna, se hace uno como nosotros, el Emanuel.

El momento más alto de la salvación es que Dios nos salva en Jesús, “yo vine para salvar y no para condenar”. Jn. 3, 16-17. La gran obra de Jesús es salvar, recuperar a todos, ese es el deseo del Padre, salvación que se realiza de forma perfecta en los corazones de Jesús y de María, traspasados.

Canto de entrada: Tuyo soy

Yo no soy nada y del polvo nací
pero tú me amas y moriste por mi
ante la cruz solo puedo exclamarSantísimo Sacramento

Tuyo soy, tuyo soy...

Toma mis manos, te pido

Toma mis labios, te amo

Toma mi vida,

Oh Padre, tuyo soy (bis)

Cuando de rodillas te miro, Jesús
ceo tu grandeza y mi pequeñez
que puedo darte yo solo mi ser
Tuyo soy, tuyo soy...

Toma mis manos, te pido

Toma mis labios, te amo

Toma mi vida,

Oh Padre, tuyo soy (bis)

Exposición del Santísimo: Oraciones del Sacerdote.

Canto: Mirarte sólo a Ti Señor

Mirarte solo a Ti, Señor (3v)

y no mirar atrás.

/Sentir tu caminar, Señor,

seguir sin desmayar, Señor,

postrarme ante tu altar, Señor,

y no mirar atrás./

Me llamas, Tú Señor, a mí,

fijándote en mi pequeñez;

me brindas tu amor y bondad

y tu fidelidad.

/Tan sólo me quieres pedir

que cumpla con tu voluntad,

que deje todo hoy por Ti

y alegre caminar./

Aquí me tienes, mi Buen Dios,

dispuesto a abandonarme a Ti;

aquí me tienes, mi Buen Dios,

queriéndote ser fiel.

/Sentir tu caminar, Señor,

seguir sin desmayar, Señor,

postrarme ante tu altar, Señor,

y no mirar atrás./

Reflexión: ¿Cuál es la dinámica del amor de Dios? Dios se manifiesta, no desde el poder, sino desde la pequeñez, desde el anonadamiento, se abaja, se despoja, se vacía de su ser de Dios, se disminuye, se pone en actitud de siervo… Una de las mejores formas de entender esta dinámica es desde el “siervo sufriente” que presenta Isaías 52, 13 – 53, 12, y Fil 2, 5-21 (leamos estos textos para interiorizarlos).

Sufrimientos y triunfo del siervo del Señor Isaías 52, 13 – 52, 12. (lectura explicativa)

“Mi siervo tendrá éxito, será levantado y puesto muy alto.  Así como muchos se asombraron de él, al ver su semblante, tan desfigurado que había perdido toda apariencia humana, así también muchas naciones se quedarán admiradas; los reyes, al verlo, no podrán decir palabra, porque verán y entenderán algo que nunca habían oído.  ¿Quién va a creer lo que hemos oído?¿A quién ha revelado el Señor su poder? El Señor quiso que su siervo creciera como planta tierna que hunde sus raíces en la tierra seca. No tenía belleza ni esplendor, su aspecto no tenía nada atrayente;  los hombres lo despreciaban y lo rechazaban. Era un hombre lleno de dolor, acostumbrado al sufrimiento. Como a alguien que no merece ser visto, lo despreciamos, no lo tuvimos en cuenta.  Y sin embargo él estaba cargado con nuestros sufrimientos, estaba soportando nuestros propios dolores. Nosotros pensamos que Dios lo había herido, que lo había castigado y humillado. Pero fue traspasado a causa de nuestra rebeldía, fue atormentado a causa de nuestras maldades; el castigo que sufrió nos trajo la paz, por sus heridas alcanzamos la salud. Todos nosotros nos perdimos como ovejas, siguiendo cada uno su propio camino, pero el Señor cargó sobre él la maldad de todos nosotros. Fue maltratado, pero se sometió humildemente, y ni siquiera abrió la boca; lo llevaron como cordero al matadero, y él se quedó callado, sin abrir la boca, como una oveja cuando la trasquilan.  Se lo llevaron injustamente, y no hubo quien lo defendiera; nadie se preocupó de su destino. Lo arrancaron de esta tierra, le dieron muerte por los pecados de mi pueblo. Lo enterraron al lado de hombres malvados, lo sepultaron con gente perversa, aunque nunca cometió ningún crimen ni hubo engaño en su boca. El Señor quiso oprimirlo con el sufrimiento. Y puesto que él se entregó en sacrificio por el pecado, tendrá larga vida y llegará a ver a sus descendientes; por medio de él tendrán éxito los planes del Señor. Después de tanta aflicción verá la luz, y quedará satisfecho al saberlo; el justo siervo del Señor liberará a muchos, pues cargará con la maldad de ellos. Por eso Dios le dará un lugar entre los grandes, y con los poderosos participará del triunfo, porque se entregó a la muerte y fue contado entre los malvados, cuando en realidad cargó con los pecados de muchos e intercedió por los pecadores”. Palabra de Dios

G. Porque Jesús siendo Dios, quiso nacer en Belén como un niño indefenso, dispuesto a vivir la pobreza y la humildad

T. La misericordia del Señor, cada día cantaré.

G. Porque siendo Dios, Jesús quiso vivir como marginado.

T. La misericordia del Señor, cada día cantaré.

G. Porque Jesús con su vida, nos enseñó a compartir con los más pobres, con los enfermos y necesitados.

T. La misericordia del Señor, cada día cantaré.

G. Porque se compadeció de los enfermos y les devolvió la salud y su dignidad de personas humanas

T. La misericordia del Señor, cada día cantaré.

G. Porque Jesús se sometió a ser juzgado por los hombres

T. La misericordia del Señor, cada día cantaré.

G. Porque Jesús permitió que le escupieran en la cara, y que lo azoten

T. La misericordia del Señor, cada día cantaré

G. Porque en su amor sin límites Jesús donó su vida por nosotros y aceptó ser insultado, sentenciado, clavado en una cruz.

T. La misericordia del Señor, cada día cantaré.

Reflexión: El amor de Dios, es un amor que va hasta el fin y que asume todas las consecuencias, la muerte, por el pecado, los sufrimientos que provienen de la cruz. El evangelista San Juan en el capítulo 13 comparte el hecho del lavatorio de los pies. Jesús asumió la actitud de esclavo, se quita el manto de su dignidad y se ciñe la toalla como un siervo cualquiera y les lavó los pies y su entrega fue hasta la cruz, esto es muy importante porque es una expresión de la Eucaristía, que está íntimamente unida a nuestra espiritualidad. (Leer Juan 13, 1- 18)

 “ Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que le había llegado la hora de salir de este mundo para ir al Padre, como había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban comiendo la cena y el diablo ya había depositado en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle. Jesús, por su parte, sabía que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos y que había salido de Dios y que a Dios volvía. Entonces se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. Echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de los discípulos; y luego se los secaba con la toalla que se había atado. Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: «¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?» Jesús le contestó: «Tú no puedes comprender ahora lo que estoy haciendo. Lo comprenderás más tarde.» Pedro replicó: «Jamás me lavarás los pies.» Jesús le respondió: «Si no te lavo, no podrás tener parte conmigo.» Entonces Pedro le dijo: «Señor, lávame no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.» Jesús le dijo: «El que se ha bañado, está completamente limpio y le basta lavarse los pies. Y ustedes están limpios, aunque no todos.» Jesús sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos ustedes están limpios.» Cuando terminó de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les dijo: ¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Yo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho yo. En verdad les digo: El servidor no es más que su patrón y el enviado no es más que el que lo envía. Pues bien, ustedes ya saben estas cosas: felices si las ponen en práctica”. Palabra del Señor.

Canto:

/Cristo te necesita para amar, para amar
cristo te necesita para amar/.

/No te importen las razas ni el color de la piel,

ama a todos como hermanos y haz el bien/

 /Al que sufre y al triste dale amor, dale amor

al humilde y al pobre dale amor/.

 /Al que vive a tu lado dale amor, dale amor
al que viene de lejos dale amor/.
/Al que habla otra lengua dale amor, dale amor

al que piensa distinto dale amor/.

T. Ahora Señor hemos comprendido un poquito, el gran amor que nos tienes hemos sentido tu corazón sangrando por cada uno de nosotros, hemos visto tu cuerpo llagado, desfigurado, tus manos clavadas, tu cabeza coronada de espinas.

 Y te vemos Señor crucificado en tantos niños hambrientos, en tantos ancianos abandonados, el las camas de los hospitales, encerrado en las cárceles de todo el mundo, burlado por los adultos que siguen buscando cómo perder a niños y jóvenes con el alcohol y la droga.

No permitas Señor, que endurezcamos nuestros corazones y seamos indiferentes frente al mal y las injusticias del mundo de hoy.

G. Contemplando a Jesús que se ha quedado por nosotros en un pedazo de pan, digámosle:

Alma de Cristo, santifícame; Cuerpo de Cristo, sálvame; Sangre de Cristo, embriágame; Agua del costado de Cristo, lávame; Pasión de Cristo, confórtame; Oh mi buen Jesús, óyeme; Dentro de tus llagas, escóndeme; No permitas que me aparte de Ti, del enemigo malo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti, para que con tus santos te alabe y te bendiga, por los siglos de los siglos, Amén.

Bendición con el Santísimo

 Canto: Tantum Ergo   Ritmos #6

Canto final: ArriésgateCristo pan de vida

Todos unidos en la vida,
Vamos buscando un horizonte
//Arriésgate//,  hay algo más.
//Arriésgate//, sin vacilar.


Ningún camino es largo, para el que cree

ningún esfuerzo es grande para el que ama,

ninguna cruz vacía para el lucha.

La paz que construimos con nuestras manos,

si estamos siempre unidos, lo lograremos

traigamos la esperanza a todo el mundo.  

Cambiemos las promesas en realidades.
Luchemos como hermanos por la justicia.
Sembremos hoy la aurora de un nuevo día.

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