Entrar en la dinámica de la kénosis, es también entrar en la dinámica del erotismo, cuando uno aprende a disfrutar del sufrimiento, entonces vive el amor, es aprender a disfrutar de lo que vive, hay que disfrutar nuestra cotidianidad, en nuestra opción hay que disfrutar del amor recibido, porque es un amor gratuitamente entregado por Dios, es aprender a disfrutar de lo que otros también disfrutaron.
Para hablar de la esperanza tenemos que hablar también del Kairós, porque Dios está actuando hoy y sigue actuando. Para mirar a Dios en la realidad de nuestra Provincia, no hay que estar recordando los tiempos que ya pasaron sino, dejar que Dios actúe hoy en nuestra vida. Hemos de estar viviendo el kairós en lo que nos toca, porque si no es así nos preocupamos demasiado de las estructuras religiosas, sin acabar de disfrutar de las infraestructuras, las “raíces del tocón”.
En la VR cuantas más estructuras hay, se vuelve pesada y se puede derrumbar, en cambio si hacemos crecer la infraestructura “nuestras raíces”, la vida se vuelve liviana y crecemos. El reino de Dios es nuestra esperanza, “busca el reino de Dios y lo demás se les dará por añadidura”, hay que entrar en la dinámica del espíritu, porque Dios sigue haciendo cosas.
Hay que dar esperanza a la gente, dar sentido a las cosas, saber qué nos da vida y qué no tiene sentido. El sinsentido solo tiene respuesta, cuando pensamos que Dios, es nuestra respuesta en las situaciones cotidianas y también en nuestras situaciones límites. Nuestra opción y reacción es lo que nos define, lo que nos da esperanza, no tenemos que pensar en bien morir, sino en bien vivir, con alegría y entusiasmo. Que en nuestra vida siempre haya esperanza.
Quito, 30 de noviembre, 2012