Quito-Ecuador, 15 de mayo del 2020.

“Yo soy el Pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este Pan, vivirá para siempre; 

y el pan que yo les voy a dar, es mi carne por la vida del mundo” Jn. 6, 51

Circular de la Hna. Maria Antonia Garcia del Valle Tester

Hija de Antonio García del Valle de profesión comerciante y de Dolores Téster. Nació el 14 de enero de 1932 en Valparaíso-Chile. Desde muy pequeña entró al Colegio Sagrados Corazones, allí hizo su Primera Comunión el 3 de septiembre de 1939, en igual forma su Confirmación el 3 de noviembre de 1939.

Como alumna, vivió una experiencia profundamente cristiana y el Amor a la Adoración a Jesús Sacramentado. El testimonio siempre alegre y evangelizador de sus maestras, la atrajo notablemente; pues podía constatar la realidad de una fraternidad hecha vida “Ved como se aman…”.

Entró al Prenoviciado el 25 de diciembre de 1959, el Noviciado el 4 de agosto de 1960, sus Votos Temporales el 3 de febrero de 1962 en Viña del Mar–Chile y su Profesión Perpetua el 5 de marzo de 1967 en Santiago de Chile-Ñuñoa.

Fue maestra de Religión en el Instituto de Catequesis de la Universidad Católica de Chile. Egresó de la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Chile, estudió 2 años de Sagrada Escritura y Vida Comunitaria en la Escuela de Fe, en Suiza.

Sus obediencias fueron: en 1962, profesora en Viña del Mar; en 1963 maestra de Junioras, en 1964 a1968 fue profesora del Colegio. En 1970 Superiora y Directora de Ciclo Básico. En 1972, Superiora y Directora de la Escuela Agrícola en Villa Alegre. En 1974, Secretaria Provincial en Santiago de Chile; en 1975 fue a Suiza a especializarse en la Escuela de la Fe; en 1977 fue a Colombia-Bogotá como Superiora.  En 1979, vino al Ecuador a la Casa Provincial y prestó servicios con la Pastoral Educativa en los diversos Colegios de la Provincia. Fue Superiora en la Comunidad de San José de Rumipamba, Cuenca, Nuestra Señora de la Paz, Fe y Alegría-Camal, Cariamanga, Casa de Oración SS.CC.- Conocoto. Secretaria Provincial de Ecuador de 1999 al 2005.

Su vida fue de una entrega generosa, con una actitud de inmenso gozo para lograr que sus alumnas y hermanas de las diferentes comunidades, vivan la comunión, sencillez, alegría y el gozo de servir y vivir con amor. Su lema fue “vivir el espíritu de familia, poniendo en cada acción sus dones, al servicio de sus hermanas y todo con amor”.

Gracias María Antonia, por ser una persona fiel al Carisma de la Congregación, de firmes convicciones, amante y fiel a la Adoración al Santísimo, al Rosario. Mujer de oración que supo sacar fuerzas para llevar la cruz de la enfermedad por largos años.

Que nuestra querida hermana descanse en paz y que siga intercediendo por nuestra Congregación para ser fieles a la Iglesia y familia SS.CC.  

Hermanas y Hermanos, sabemos que María Antonia está gozando de la paz eterna; sin en embargo, les pedimos ofrecer por ella las oraciones prescritas por nuestra Constituciones.

Hna. María Mercedes Ponce, ss.cc. y

Hermanas de la Comunidad de San José.